Por: Víctor Manuel Jiménez Mora.

Los grandes amores se han dado en Acapulco, además de haber sido el lugar de los “lunamieleros”, durante décadas y ello ha sido pauta para que los notables compositores se inspiren y le dediquen temas románticos, aunque ninguno como Agustín Lara, que con “María Bonita”, no solo hizo una magna creación, sino un tema que le ha dado vuelta al mundo desde hace más de setenta años, llevando el nombre de Acapulco como emblema.

“Acuérdate de Acapulco, de aquélla noche, María Bonita, María del Alma…”, que más puede decirse del placer que habrá tenido el autor jarocho en su primera y de quien llegó a ser considerada la mujer más bella del mundo, pero ante todo con la vista de la bahía, la acaricia del mar, las noches rutilantes de estrellas y el calor tropical y pasearse por diversos famosos hoteles y restaurantes del puerto.

“Acuérdate que en la playa, con tus manitas, las estrellitas las enjuagabas, tu cuerpo nave al garete, venían las olas y lo columpiaban….”La inspiración de Agustín Lara se enalteció con la belleza de María Félix, que al verla nadar en Caleta le dedica la canción “María Bonita”.

Las aguas acapulqueñas acariciaron el cuerpo de María Félix, y dieron paso a que la brisa, la arena y el cálido mar, el sabor costeño de Acapulco, motivaron la creatividad sentimental y romántica de un consolidado Agustín Lara, y es que no hay nada más subyugante ni seductor que el encanto que representa esta Riviera de Las Américas.

Todo ello pasó en su “Luna de Miel” en Acapulco en diciembre de 1945, lugar que propuso él y convertirse sin duda en “la pareja de México”.