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Conoce la historia del islote más famoso de Acapulco
6 de octubre de 2020
Entre las playas Caleta y Caletilla ubicadas en la zona tradicional del puerto de Acapulco se encuentra el islote Tortuga, el cual posee historia en cuanto a infraestructura se refiere.

Entre los años de gubernatura del ex militar Manuel Ávila Camacho (1940-1946) adquirió una serie de propiedades ubicadas en la parte alta de la playa Angosta en la que se construyeron una serie de bungalows con arquitectura colonial que conformaban al Hotel Virreyes.

Más tarde Maximino Ávila Camacho, secretario de comunicaciones del gobierno de su hermano menor Manuel Ávila Camacho llega a Acapulco y al ver las casas de otras figuras políticas, artísticas y de empresarios, posó sus ojos sobre el islote tortuga para edificar su mansión.

Para la construcción de “la casa más bonita de todo Acapulco” Maximino reclutó al arquitecto Joaquín Medina quien en menos de un año se encargó de edificar con estilo colonial semejante capricho del General Maximino en 1943, residencia fue entregada su segunda esposa Bárbara Margarita Richardi quedando como única propietaria.

El puente que conectaba al islote a la orilla de mar fue construido por el arquitecto José Pedrosa construido por un muro de piedra con 10 metros de largo y con el espacio para que lograra pasar un automóvil.

Sin embargo en 1945, Maximino sufre de una muerte instantánea debido a una indigestión, lo que llevó al aún presidente tomar la decisión de expropiar aquella residencia y regresar a los acapulqueños esa zona para que la usaran como mejor les conviniera.

Ya en la década de los 50, el biólogo marino norteamericano Arthur Morris Silverman solicitó los permisos para poder transformar aquella casa abandonada en un zoológico y acuario. En menos de dos años de su creación, el lugar tuvo que ser clausurado a falta de seguridad debido la mordedura de un mono araña a un niño.

Años más tarde aquella edificación se restauró y convirtió en el primer kínder público de Acapulco que llevó el nombre de Jardín de Niños Rosaura Zapata pues el gobierno federal exigía en su reforma, la creación de instituciones educativas, sin embargo tampoco duró mucho.

Durante la gubernatura estatal de Ruiz Massieu en 1980, el islote vuelve a ser desalojado, reubicando a la institución en un inmueble ubicado en Caletilla para así en 1990 convertirse en el balneario “El mágico Mundo Marino”.

El islote estaba completamente transformado. Contaba con toboganes, albercas un muelle más amplio, peceras de agua dulce además de un auditorio donde se presentaban shows de focas, delfines y lobos marinos, restaurantes, guacamayas y varias especies marinas.

En el 2012 el establecimiento perdió popularidad y ganó adeudos tanto con comisión federal de electricidad (CFE) sumando los salarios atrasados de sus trabajadores trayendo como consecuencia la huelga de los mismos y el abandono de las instalaciones.

En la actualidad el inmueble continúa cerrado pero funciona como almacén de mercancía de ambulantes y baños públicos.

Cabe señalar que a la fecha existen propuestas para reactivar el islote y convertirlo en un recinto cultural, deportivo o museo.
"El mágico mundo marino"
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