Por:Víctor Manuel Jiménez Mora.

No era “Terminator”, ni de los personajes que se dan este te siglo XXI, como si se tratara de inmortales. John Wayne, personaje en su mayoría de películas de vaqueros de viejo oeste (genero western), daba respeto por su estatura, rudo, justo y de aspecto parco y varonil.

Su voz inconfundible otorgaba respeto, medía un metro 93 y pesaba 110 kilos. En la vida privada, era un hombre solitario. Cuando arribaba a este puerto, le asombraban los atardeceres y la quietud en sus rincones escogidos, como por ejemplo en el hotel “Los Flamingos Acapulco”, desde principios de los años cuarenta y cincuenta, junto a la banda de Hollywood, con su amiga, la actriz Dolores del Río, quien junto con John Weissmuller, así como productores y celebridades invitadas, celebraban la vida y que en muchas ocasiones, la sociedad no los reconocía por donde andaban. Acapulco, comenzaba su crecimiento urbano, y eso, es exactamente lo que le complacía. Andar en completa libertad por las calles del puerto.

Donde salían a las grandes tertulias, era en la gran terraza del” Ciros”, del famoso hotel “Casablanca”, del poderoso empresario Alfred Blumethal. En esas noches rutilantes del Ciros, adornadas por las estrellas y una luna llena, generaban una atmosfera con nubes y aves en movimiento, que hacia espectacular la noche, al ritmo de la “Sonora Matancera” de Pérez Prado o Tongolele, como un ejemplo, pues la exclusividad era permanente. Cabe decir que Acapulco, tenía población hasta 1957, no mayor a los cincuenta mil habitantes y Acapulco, era ya altamente famosa a nivel mundial.

Daba largas caminatas comenzando por Caleta y Caletilla. Su gran amigo fue el también actor Gary Cooper, quien era el galán de la pantalla grande de los Estados Unidos.

JOHN WAYNE CON GARY COOPER EN ACAPULCO

Tuvo seis hijos y cuatro relaciones serias, además de convivir con la despampanante actriz Marlene Dietrich, sin embargo, desde 1926 hasta 1976 estuvo en activo en la carrera actoral, aunque comenzó en 1920.

El hombre que pudo ser presidente de los Estados Unidos, puesto que rechazó el ofrecimiento, ante una clara decepción de la sociedad electoral de su país, ya que gozaba de la mayor aceptación para ser el primer hombre de la Unión Americana, aunque recibió las mayores condecoraciones y reconocimientos por Hollywood y sociedad política.

Wayne ganó un premio “Oscar” por su papel en la película “True Grit”, en 1969, aunque tuvo mejores actuaciones como “Rio Rojo” en 1948, “La Legión Invencible” en 1949, y la película “El Álamo” en 1968.

Un hombre cabal, buen tipo y generoso, fue propietario último del hotel” Los Flamingos” y gozó de una casa especial que aún existe y en las mejores condiciones llamada “JW” , finalmente, este querido actor murió el 11 de junio de 1979, en Los Angeles, California.