Acapulco, además de ser un paraíso de refugio para viajeros, también ha sido escenario de grandes hazañas en las pantallas de cine y televisión. Y hoy compartiremos contigo un evento en el que este grandioso destino de playa se consolidó como el lugar para que un astronauta estadounidense se preparara para lo que en la historia ha quedado grabado como el primer alunizaje, en otras palabras, Acapulco es la tierra que entrenó al hombre que caminó en la luna.

El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong hizo historia al convertirse en el primer astronauta en pisar la Luna. Pero antes de este inolvidable momento, el astronauta entrenó en las cristalinas aguas de Acapulco.

La hazaña de Neil Armstrong ha dejado huella en la humanidad, y sus icónicas palabras resonarán para siempre: “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”.

El aterrizaje en la Luna no solo fue una victoria política durante la Guerra Fría, sino una respuesta a la llamada de la naturaleza humana: descubrir, explorar y experimentar nuevos fenómenos.

Gracias a una exposición del fotógrafo Víctor Jiménez Mora, se reveló que Armstrong entrenó en Acapulco para sus pruebas de gravedad antes del Apolo 11. De la mano del experto en buceo, Sergio Castillo Bastida, director de “AQUAMUNDO”. Armstrong realizó prolongadas inmersiones y maniobras en la Bahía de Acapulco en el verano de 1968, preparándose con eficacia para el éxito en su histórico viaje lunar.

La fotografía muestra a Armstrong buceando con la icónica escalera original que utilizó durante su entrenamiento en 1968, propiedad del actual director de “Aquamundo”, Jondalar Castillo Ledezma.

Además, la revista digital La Costa reveló que el legendario astronauta se hospedó en el prestigioso Hotel Las Brisas, una semana antes de su histórico viaje a la Luna.

Acapulco, cuna de sueños y grandes hazañas, se enorgullece de haber sido parte de la preparación de uno de los momentos más emblemáticos de la humanidad. ¡Un pedacito de la Luna está en nuestro corazón!