Primera parte

Por: Victor Manuel Jiménez Mora.

El esplendor de Acapulco fue entre 1970 y 2000, y nadie más que la estilista y modeladora de imagen, Anita Ojeda para hablar sobre esta época de gloria del puerto a nivel internacional.

Las fiestas fastuosas temáticas, ya fueran romanas, griegas o aztecas, entre otras, con relumbrantes personalidades que ahora forman parte de la historia del mundo, en los más diversos ámbitos, se realizaban en mansiones del fraccionamiento Las Brisas, sobre todo en “La Arabesque”, con los inolvidables barones Enrico y Sandra di Portanova, como anfitriones y en discotecas y a ellas era permanente invitada Anita Ojeda, siempre acompañada por su inseparable amiga doña Brenda Rullán.

UNA MARAVILLOSA Y DISTINGUIDA IMAGEN DEL RECUERDO DE PERSONALIDADES.

La señora distinguida Brenda Rullàn, así como Carlos y Tony Rullàn, Anita Ojeda al centro, y del fondo Roberto Trouyet y esposa en una de tantas reuniones. Momentos felices de las grandes amistades de estos protagonistas de Acapulco.

En esta imagen maravillosa a mediados de los años sesenta, el baile, la concordia y lo apacible que Acapulco ofrecía, además de diversión, era de un símbolo y emblema de un destino que quiere vivir hasta el momento con la decisión de la sociedad integral; ésta era la época de la cúspide de Anita Ojeda.

ANITA OJEDA

Acapulqueña al cien por ciento, la siempre sonriente y amable Anita, como comúnmente le llaman sus amigos y conocidos, luce radiante con su cabellera rubia y peinado al estilo Marilyn Monroe, vestida con elegancia y modales refinados.

El ahora Acapulco Tradicional era el Acapulco del surgimiento del auge como destino turístico único en el planeta, cuando Anita inició su destino, un destino que la llevó a tratar y a estar cerca de personajes que son referentes en el devenir del puerto.

ANITA OJEDA, le cortò el cabello al que fue considerado en los años 80, la voz más bella del mundo Engelbert Humperdinck, británico que tuvo gran fama.

Siendo una adolescente conoció a don Gilberto Guajardo, empresario muy cercano al ex presidente Miguel Alemán, quien era dueño del famoso hotel “Club de Pesca”, a quien expresó su deseo de trabajar en el salón de belleza que se encontraba en el interior de tan prestigiada hospedería.

El magnate le entregó una tarjeta y le dijo que se presentara ante el gerente del hotel al siguiente día, lo cual hizo, siendo su sorpresa que de inmediato pasó a formar parte de las cultoras de belleza, como entonces se les denominaba a las ahora estilistas, pese a no haber cumplido los 18 años de edad.

¡QUE FOTO!
Aquí Anita Ojeda, recibiendo en su salón a uno de sus clientes más distinguidos, el entonces gobernador José Francisco Ruiz Massieu y la primera dama Fernanda Riveroll.

PLAYA DEL HOTEL CONTINENTAL ACAPULCO, ahora hotel Emporio.

De entonces a la fecha, sus manos han acariciado cabelleras y rostros que pocos han tenido el placer de hacerlo, pues con una mente emprendedora y deseos de superación llegó a tener su salón de belleza en el hotel “Malibú” y luego en el hotel “Hilton Continental”, que posteriormente fue “Hyatt Continental”.

“Acapulco no ha dejado de tener la belleza y atractivos naturales y la emoción de su gente, que tanto sedujo en las últimas décadas del Siglo XX, pero, debe reconocerse y aceptarse, que ya no es el “boom” turístico internacional. Las grandes “estrellas” de Hollywood, el jet set internacional, las fiestas rimbombantes como las que hubo en “Bocaccio”, “Armando´s Le Club”, “UBQ”, “Le Dome” o “Tequila a Go Go”, han dejado de estar presentes y eso duele, pues ha propiciado deterioro en la imagen que antes teníamos”, pero vivir en el presente nos refleja el poder reconfigurarnos como sociedad, además de que tenemos la orografía perfecta para vivir”, finalizó.

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