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Apolonio Castillo, hombre y leyenda guerrerense (1era. parte)
27 de noviembre de 2019
Por: Víctor Manuel Jiménez Mora.

Lector, enorme alegría siento en este encuentro placentero con usted, le rememoro a un personaje que amaba la vida. Un hombre participativo en la vida pública, un emocionalmente acapulqueño y amigo íntimo de esta comunidad, de actores de talla mundial como Errol Flynn y Tyrone Power, respectivamente. Pero esto, lo diré en la siguiente edición, así que estén pendientes con más detalles de nuestro héroe.
Como homenaje a su vida, hoy comenzaré como vivió.
APOLONIO CASTILLO DIAZ, comandante del comando submarino de la XXVII Zona Naval de Acapulco. Apolonio Castillo, mexicano que enalteció al país con sus proezas deportivas y a un Acapulco, que sigue añorando su partida, aún después de más de cinco decenios. Apolonio fue Noble, infinitamente noble.
UN GUERRERO DE LA VIDA

El estado de Guerrero, escenario de batallas y hechos históricos notables, ha sido cuna de hombres y mujeres de gran valía, siendo uno de ellos el gran nadador Apolonio Castillo Díaz, originario de la ciudad de Tecpan de Galeana, quien en Acapulco gozó de reconocimiento y prestigio deportivo.
Otro de sus grandes amigos de Apolonio, fue el actor norteamericano Errol Flynn, quien en esta embarcación llamado “Zaca”, que atracaba en el Club de Yates de Acapulco y misma que navegó con Apolonio por diversos países, pues su amistad era grande.

Su trágica muerte lo convirtió de hombre en leyenda y a la fecha, no obstante el paso de los años, es recordado con sumo interés por quienes lo conocieron y las nuevas generaciones.

Nacido el 21 de mayo de 1921, el tritón fue clavadista en La Quebrada y entre las proezas que acumuló a lo largo de su vida destacan sus participaciones en los Juegos Olímpicos de Londres, en 1948 y Helsinki, en 1952. Además, ganó su primer campeonato nacional de natación en 1942, mientras que en 1943 obtuvo medalla de oro en los Juegos Centroamericanos, llevados a cabo en Barranquilla, Colombia.
Gran amigo del actor Tyron Power, y asombroso parecido al gran nadador y héroe de Acapulco, Apolonio Castillo Díaz.
Apolonio, primero de la izquierda. (Club de Yates de Acapulco)

Este gran deportista murió en Acapulco, a los 35 años de edad, el 11 de marzo de 1957, luego de realizar una inmersión en las aguas de la bahía de Santa Lucía para tratar de rescatar los cuerpos de dos extranjeros, que fueron víctimas de un asesinato. Y en esto hay dudas, ya que existe otra versión, de que estos dos americanos, eran espías de la ex unión Soviética que se habían robado los planos de la bomba atómica y fingieron su muerte en este puerto, por inverosímil que usted lo vea, yo no, porque creo todo en estos tiempos de mucha falsedad en el mundo real.

Su cuerpo sufrió intoxicación y pese a los esfuerzos que se hicieron para salvarlo, falleció, en medio de la desesperación de sus familiares y amigos, y el desconsuelo de los acapulqueños.

De quien se cuenta que cruzaba el río Tecpan a nado a los 8 años de edad, su porte, presencia y galanura, lo convirtieron en un atractivo incluso para Hollywood, tanto que hubo grandes posibilidades de ser contratado para filmar cine en Hollywood y no aceptó.

Los restos de Apolonio Castillo reposan en la Rotonda de los Acapulqueños Ilustres, ubicada en el malecón y en su recuerdo una plazoleta, localizada en la playa Papagayo, lleva su nombre, -no hablo de su estatua, porque no le hace justicia la mala técnica “escultórica”-teniendo como fondo los cerros que bordean la bahía y las tonalidades azules del cielo y el mar.

Asimismo, en honor de este tritón, quien fue comandante del comando submarino de la XXVII Zona Naval, se creó el maratón náutico, al que se asignó su nombre. Y aún más, el gobierno del estado de Guerrero, instituyó una medalla al mérito deportivo que, también, se llama igual.

Como se observa, Apolonio Castillo Díaz, de hombre pasó a leyenda, sin embargo, como ya le comenté, ya que estoy plenamente en la búsqueda de los tiempos perdidos, que llegué a las células del orgullo, de pe
Jondalar Castillo Ledezma, buzo acuático, que, aunque no tuvo relación de sangre, pero si con su abuelo Sergio Castillo, si coinciden en la pasión por la profundidad en el silencio de los mares. (2018)

Producción: El Libro de Oro de Acapulco.
Título: Homenaje al Rey Apolo.
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