Una mirada al tiempo, al universo personal e histórico de Acapulco.
Playa Hornos, Acapulco.
Por: Víctor Manuel Jiménez Mora
El siglo XX, fue la formación del mejor destino de todos los tiempos en México: Acapulco.
Considerada la ciudad más hermosa del país orográficamente y botánicamente, con sus dos bahías y dos hermosas lagunas, tiene mucha historia como la he venido compartiendo.
Si usted mira con amor, podrá darse cuenta de las bondades absolutas de este puerto. Sin embargo, es de reflexión, no dejarse tentar por el diablo que acecha el pensamiento de hombres y mujeres que con lujuria y otras visiones, vibran.
Usted, tiene la oportunidad de pisar con valor la vida, así como pasársela bien por este mundo mágico en estos tiempos que, aunque no son de guerra si son de ausencia de espíritu fortalecedor en muchos, como ya he dado ejemplo.
Busque en su manera de vivir, ir a la playita, compartir con la familia, reconciliarse consigo y tirar, porque no, sus tristezas al mar para que las lleve, hasta eso le da ventaja la naturaleza.
Tome baños de sol, fume a veces, cigarrillos de nostalgia, puede conversar con su soledad, si gusta, pensando que un día fue feliz, se vale sentir eso, sin embargo, escuche su corazón latir y se dará cuenta que su vida depende de usted mismo en el presente y que no somos inmortales. Su legado, sus palabras tomarán eco con quienes conviva como el efecto mariposa por largo tiempo. Aléjese del maldito orgullo que en silencio es ensordecedor del sufrimiento y de la inconciencia generalizada adversa, y no me desvío del tema. A mí me toca escribir y a usted leer para escuchar que por alguna u otra razón, lo tiene que saber.
Recuerde, pensando bonito, se vive bonito.
DOS JOYAS ÚNICAS DE LA CIUDAD DE ACAPULCO
Así se veía la explanada de La Quebrada aproximadamente por 1933, al poco tiempo de haber abierto los bungalós del Hotel El Mirador. Aún no se construye el monumento a la Nao de China en la explanada, que sirve de amplio estacionamiento para los vehículos de la época.
En primer plano se ve la zanja que sirvió por muchos años como canal de aireación, construido en la época colonial, que permitió mayor circulación de aire proveniente del Océano Pacífico hacia la población.
El monumento al Galeón de Manila o Nao de China en la plazoleta de La Quebrada a finales de los años treinta. Esta obra fue inaugurada el 20 de noviembre de 1936 por el entonces gobernador del estado José Inocente Lugo y el presidente municipal Efrén Villalvazo, tal como lo señala un grabado en el mismo monumento. Atrás se ve el acceso del hotel “El Mirador”, en la época de su iniciador Carlos Barnard.
Hoy en día el monumento es un testigo de la transformación de este simbólico lugar.