Luego de darse a conocer la mañana del 8 de septiembre el sensible fallecimiento de la Reyna Isabel II a sus 96 años de edad a través de los diversos medios de comunicación y redes sociales, recordaremos la vez que la realeza visitó el puerto de Acapulco el 17 de febrero de 1983, acompañada del presidente de México Miguel de la Madrid.

Un poco de contexto

La monarca Isabel II del Reino Unido ascendió al trono en 1952. Fue la principal figura política de los cincuenta y cuatro países miembros de la Mancomunidad de Naciones y gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra, contrajo matrimonio con el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca en 1947 y con quien tuvo cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo.

Pero, ¿Por qué vino a Acapulco?

Es increíble saber la nobleza haya venido específicamente a este destino turístico sin embargo, su visita no fue precisamente fue para hablar de inversiones ni de política y cabe señalar que durante su visita a México también viajó a Puerto Vallarta, Los Cabos-San Lucas y Loreto para conocer y pasar algunos días relajándose.

La noticia de la llegada de la Reina con su hijo Carlos fue anunciada en primera plana por el diario El Heraldo de México el 16 de febrero de 1983.

Luego del anuncio, la reina Isabel II finalmente llega a Acapulco la mañana del 177 de febrero de ese año, siendo recibida y escoltada por el ex presidente Miguel de la Madrid quien la acompañó durante su recorrido por la ciudad junto a una selecta comitiva integrada por: Bernardo Sepúlveda, titular de Relaciones Exteriores; Emilio Gamboa Padrón, secretario privado del jefe del Ejecutivo y Manuel Alonso Muñoz, director de Comunicación Social de la Presidencia de la República además de un fino pero sencillo menú de bienvenida que incluía langosta y nieve con vino tinto o champaña.

Como el encuentro fue de manera casual, las autoridades máximas de ambos gobiernos intercambiaron regalos siendo un árbol de plata hecho por orfebres mexicanos el símbolo o recuerdo de su visita mientras que la noble reina le obsequió una colección de libros del siglo XIX.